En el corazón de Madrid, se encuentra uno de los lugares más emblemáticos de España: la Puerta del Sol. Esta zona ha sido testigo de guerras, revoluciones, manifestaciones y celebraciones multitudinarias. Es más que una simple plaza, ha vivido el paso de los siglos sin perder su esencia.
Desde el kilómetro cero a epicentro de celebraciones
La historia de la Puerta del Sol se remonta al siglo XV, cuando Madrid aún era una ciudad amurallada. En esa época, no era una plaza, sino una de las puertas del recinto amurallado. Su nombre proviene del sol que decoraba el acceso, símbolo del amanecer. Era un punto estratégico por donde entraban viajeros, mercancías y noticias del exterior. Se convirtió en un lugar de tránsito y encuentro.
Con el crecimiento urbano de Madrid, la zona empezó a consolidarse como una plaza. En el siglo XVII, ya era un espacio abierto donde se celebraban corridas de toros, ejecuciones públicas y mercados populares.
Durante el siglo XIX, la Puerta del Sol se consolidó como centro neurálgico de la capital. Comenzaron a aparecer cafeterías, librerías y hoteles, que la convirtieron en punto importante de encuentro de intelectuales, políticos y ciudadanos, además, fue escenario de episodios clave de la historia de España, como el levantamiento del 2 de mayo de 1808.

A mediados del siglo XIX, se llevaron a cabo reformas urbanísticas que abrieron varias calles, como la c/ Alcalá, la Carrera de San Jerónimo o la C/ Mayor y también se instaló el famoso cartel de Tío Pepe, uno de los anuncios más icónicos de Madrid y del país, que a día de hoy permanece igual..
En 1950 se instaló una pequeña placa en el suelo que marca el KM 0 de las carreteras radiales de España. Muchos turistas lo buscan esencial a la hora de visitar la ciudad, simulando estar en el centro del país.
Pero…si hay una imagen que define la Puerta del Sol para millones de españoles, es la de la Nochevieja. Cada 31 de diciembre, miles de personas se reúnen entre familiares y amigos para celebrar la entrada del nuevo año, y, además por partida doble, ya que se celebran las llamadas pre-uvas, un ensayo de lo que se vivirá al día siguiente. Esta tradición ha convertido a la Puerta del Sol en el epicentro de las celebraciones.
Además, como punto importante sobre esta plaza, es que se ha mejorado la conexión con el transporte público, ya que Sol es también una de las estaciones de metro y cercanías más transitados del país.
Sin duda, la Puerta del Sol es mucho más que una plaza, ha evolucionado hasta convertirse en uno de los escenarios principales de la vida de los españoles. Ya sea para celebrar un gol, exigir justicia, o despedir el año.








